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Pero estos pocos son la sal de la tierra; sin ellos, la vida humana se convertiría en un charco estancado. No sólo son ellos los que introducen cosas buenas que antes no existían, sino que son ellos los que mantienen la vida en las que ya existían.
Pero estos pocos son la sal de la tierra; sin ellos, la vida humana se convertiría en un charco estancado. No sólo son ellos los que introducen cosas buenas que antes no existían, sino que son ellos los que mantienen la vida en las que ya existían.