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Nunca podría haber sido pacifista. Matar a un hombre era sin duda concederle un beneficio inconmensurable. Oh sí, la gente siempre, en todas partes, amaba a sus enemigos. Era a sus amigos a quienes preservaban del dolor y la vacuidad.
Nunca podría haber sido pacifista. Matar a un hombre era sin duda concederle un beneficio inconmensurable. Oh sí, la gente siempre, en todas partes, amaba a sus enemigos. Era a sus amigos a quienes preservaban del dolor y la vacuidad.