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Para el ojo atento, cada momento del año tiene su propia belleza, y en los mismos campos, contempla, cada hora, un cuadro que nunca se vio antes, y que nunca se volverá a ver.
Para el ojo atento, cada momento del año tiene su propia belleza, y en los mismos campos, contempla, cada hora, un cuadro que nunca se vio antes, y que nunca se volverá a ver.