Y cuando el universo haya terminado de explotar, todas las estrellas se ralentizarán, como una pelota lanzada al aire, se detendrán y empezarán a caer de nuevo hacia el centro del universo. Y entonces no habrá nada que nos impida ver todas las estrellas del mundo porque todas se moverán hacia nosotros, gradualmente cada vez más rápido, y sabremos que el mundo se va a acabar pronto porque cuando miremos al cielo por la noche no habrá oscuridad, sólo la luz resplandeciente de miles y miles de millones de estrellas, todas cayendo.