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Hay un momento en que el amor te hace creer en la muerte por primera vez. Reconoces a aquel cuya pérdida, incluso contemplada, llevarás para siempre, como un niño dormido. Todo el dolor, el dolor de cualquiera... es el peso de un niño dormido.
Hay un momento en que el amor te hace creer en la muerte por primera vez. Reconoces a aquel cuya pérdida, incluso contemplada, llevarás para siempre, como un niño dormido. Todo el dolor, el dolor de cualquiera... es el peso de un niño dormido.