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Del sol aprendí esto, cuando se pone, el exuberante: oro vierte entonces en el mar, de inagotables riquezas, -¡De modo que el más pobre pescador rema incluso con remos de oro! Pues esto vi una vez, y no me cansé de llorar al contemplarlo. - Como el sol también se pondrá Zaratustra: ahora se sienta aquí y espera, con viejas mesas rotas a su alrededor, y también con nuevas mesas a medio escribir.