Piensa una gran locura, niña", dijo Aslan. "Este mundo está rebosante de vida durante estos pocos días porque la canción con la que lo llamé a la vida aún flota en el aire y retumba en el suelo. No será así por mucho tiempo. Pero no puedo decírselo a este viejo pecador, y tampoco puedo consolarlo; se ha vuelto incapaz de oír mi voz. Si le hablara, sólo oiría gruñidos y rugidos. Oh, hijo de Adán, ¡con qué astucia te defiendes de todo lo que podría hacerte bien!