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...rara vez confiamos en quienes son mejores que nosotros. Más bien, tendemos a huir de su sociedad. En cambio, lo más frecuente es que nos confesemos con quienes son como nosotros y comparten nuestras debilidades. De ahí que no queramos mejorarnos y ser superados, pues antes tendríamos que ser juzgados por defecto. Simplemente deseamos que nos compadezcan y nos animen en el camino que hemos elegido. En resumen, quisiéramos, al mismo tiempo, dejar de ser culpables y, sin embargo, no hacer el esfuerzo de limpiarnos.