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Tenemos la idea de que el amor debe durar para siempre. Pero el amor no es así. Es una energía que fluye libremente y que va y viene cuando quiere. A veces, se queda para toda la vida; otras, para un segundo, un día, un mes o un año. Así que no temas al amor cuando llegue simplemente porque te hace vulnerable. Pero tampoco te sorprendas cuando se vaya. Alégrate de haber tenido la oportunidad de experimentarlo.