-
Sí, mi deseo consumado es mezclarme con cuadrillas de carretera, marineros y soldados, clientes habituales de bares, formar parte de una escena, anónima, escuchando, grabando... Todo esto se echa a perder por el hecho de que soy una chica, una mujer siempre supuestamente en peligro de sufrir agresiones. Mi interés desmedido por los hombres y sus vidas se malinterpreta a menudo como un deseo de seducirlos, o como una invitación a la intimidad. Sí, Dios, quiero hablar con todos tan profundamente como pueda. Quiero poder dormir en campo abierto, viajar hacia el oeste, caminar libremente por la noche.