Autores:
  • La unicornio se detuvo en su lento y desesperado recorrido por la jaula, dándose cuenta por primera vez de que el mago había entendido su discurso. Él sonrió, y ella vio que su rostro era aterradoramente joven para un hombre adulto, sin haber pasado por el tiempo, sin haber sido visitado por el dolor o la sabiduría. "Te conozco", dijo.

    Peter S. Beagle (2003). "Un lugar fino y privado: El último unicornio"