Autores:
  • Pero lo más peligroso del mundo es correr el riesgo de despertarse una mañana y darse cuenta de repente de que todo este tiempo has estado viviendo sin vivir de verdad y para entonces ya es demasiado tarde. Cuando te despiertas y te das cuenta de eso, es demasiado tarde para deseos y arrepentimientos. Incluso es demasiado tarde para soñar.