Como ahora los países europeos resuelven sus diferencias mediante la negociación y el consenso, a veces se supone que el mundo entero funciona de la misma manera. Pero no lo olvidemos nunca... más allá de las fronteras europeas, en un mundo donde la opresión y la violencia son muy reales, la liberación sigue siendo un objetivo moral, y la libertad y la seguridad siguen necesitando defensores.