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Hay vientos del destino que soplan cuando menos lo esperamos. A veces soplan con la furia de un huracán, a veces apenas abren la mejilla. Pero los vientos no se pueden negar, ya que a menudo traen un futuro que es imposible ignorar.
Hay vientos del destino que soplan cuando menos lo esperamos. A veces soplan con la furia de un huracán, a veces apenas abren la mejilla. Pero los vientos no se pueden negar, ya que a menudo traen un futuro que es imposible ignorar.