-
Cuando somos niños rara vez pensamos en el futuro. Esta inocencia nos deja libertad para disfrutar como pocos adultos pueden hacerlo. El día en que nos preocupamos por el futuro es el día en que dejamos atrás nuestra infancia.
Cuando somos niños rara vez pensamos en el futuro. Esta inocencia nos deja libertad para disfrutar como pocos adultos pueden hacerlo. El día en que nos preocupamos por el futuro es el día en que dejamos atrás nuestra infancia.