-
Pero a menudo, en las calles más concurridas del mundo, Pero a menudo, en el estruendo de la lucha, Surge un deseo indecible Tras el conocimiento de nuestra vida enterrada; Una sed de gastar nuestro fuego y fuerza inquieta En rastrear nuestro verdadero y original curso; Un anhelo de indagar En el misterio de este corazón que late Tan salvaje, tan profundo en nosotros-para saber De dónde vienen nuestras vidas y a dónde van.