Lo que aporto a la entrevista es respeto. La persona reconoce que la respetas porque la escuchas. Porque le escuchas, se siente bien hablando contigo. Cuando alguien me cuenta algo que le ha pasado, ¿qué siento por dentro? Quiero contar la historia. Es para que la persona que lo lea tenga la sensación. . . En la mayoría de los casos, la persona con la que me encuentro no es una celebridad, sino una persona corriente. "Corriente" es una palabra que detesto. Tiene un aire condescendiente. Me he encontrado con personas corrientes que han hecho cosas extraordinarias. (p. 176)