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tus cartas se volvieron más tristes. tus amantes te traicionaron. chico, te contesté, todos los amantes traicionan. no sirvió de nada. dijiste que tenías un banco para llorar y que estaba junto a un puente y el puente estaba sobre el río y que te sentabas en el banco para llorar todas las noches y llorabas por los amantes que te habían herido y olvidado.