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Mi amigo quiere ponerse en marcha y yo también', dijo Eddie. 'Tenemos millas por recorrer todavía.' Lo sé. Está en tu cara, hijo. Como una cicatriz'. A Eddie le fascinaba la idea del deber y del ka como algo que dejaba una marca, algo que podía parecer decoración a un ojo y desfiguración a otro. Fuera, estallaron truenos y relámpagos.