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Cuando sientas la tentación de desanimarte, recuérdate a ti mismo que, según la palabra de Dios, tu futuro es cada vez más brillante; estás en camino hacia un nuevo nivel de gloria. Puede que pienses que te queda un largo camino por recorrer, pero tienes que mirar atrás y ver lo lejos que ya has llegado. Puede que no seas todo lo que quieres ser, pero al menos puedes dar gracias a Dios porque ya no eres lo que eras.