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No siempre es fácil superar algunos de esos baches en el camino, esas desilusiones y decepciones. Hará falta una voluntad fuerte. A veces, puede requerir coraje. A veces nada más que fe en Dios y decir, me niego a quedar atrapado en el pasado. No voy a dejar que el pasado destruya mi futuro. Sigo adelante. Me esfuerzo hacia adelante, sabiendo que Dios tiene grandes cosas reservadas para mí.