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La segunda a la derecha, y todo recto hasta la mañana". Ése, le había dicho Pedro a Wendy, era el camino al País de Nunca Jamás; pero ni siquiera los pájaros, que llevaban mapas y los consultaban en las esquinas ventosas, habrían podido divisarlo con esas instrucciones. Peter, como veis, decía cualquier cosa que se le pasara por la cabeza.