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De repente me doy cuenta de que esto es lo que he estado esperando: un hombre que dependa totalmente de mí... Soñé durante años con un hombre que no pudiera vivir sin mí, un hombre que se imaginara mi cara cuando cerrara los ojos, que me quisiera cuando fuera un desastre por la mañana y cuando la cena llegara tarde e incluso cuando sobrecargara la lavadora y quemara el motor. [Mi hijo] me mira como si no pudiera hacer nada malo. Siempre he querido a alguien que me tratara como él; sólo que no sabía que tendría que darlo a luz.