Autores:
  • Hay un lugar donde termina la acera, y antes de que comience la calle, y allí la hierba crece suave y blanca, y allí el sol arde carmesí brillante, y allí el pájaro lunar descansa de su vuelo para refrescarse en el viento de menta.

    Shel Silverstein, "Donde acaba la acera"