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Pero, con la edad, se pierden otras cosas aún más importantes, como los amigos, a ser posible sólo malos amigos, que quizá no eran tan buenos para ti como pensabas. Con suerte, podrás conservar a tus verdaderos amigos, los que siempre han estado ahí para ti...., incluso cuando creías que no lo estaban. Porque esas amigas son más valiosas que todas las diademas del mundo.