Autores:
  • Asciende más allá de la atmósfera enfermiza a un plano superior, y purifícate bebiendo como si fuera ambrosía el fuego que llena y alimenta el Vacío. Libre de los esfuerzos inútiles y de las preocupaciones que oscurecen la existencia hasta convertirla en un reino de niebla, feliz es aquel que vuela hacia arriba con poderosos alerones hacia los campos de luz; cuyos pensamientos, como alondras, se elevan espontáneamente hacia el cielo de la mañana; cuyo vuelo, sin freno, alcanza la vida y comprende fácilmente el lenguaje de las flores y de todas las cosas mudas.

    Charles Baudelaire, Richard Howard (1983). “Les Fleurs Du Mal”, p.14, David R. Godine Publisher