Autores:
  • Todos los adolescentes sabían que esto era cierto. El proceso de crecer no era más que averiguar qué puertas aún no te habían cerrado en las narices. Durante años, los padres te dicen que puedes ser cualquier cosa, tener cualquier cosa, hacer cualquier cosa. Por eso estaba tan ansiosa por crecer, hasta que llegó a la adolescencia y se topó con un gran muro de realidad. Resultó que no podía tener lo que quisiera. No podías ser guapa, inteligente o popular sólo porque quisieras. No controlabas tu propio destino, estabas demasiado ocupada intentando encajar.