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De lo que no se había dado cuenta era de que, a veces, cuando tu visión era tan nítida y verdadera, podía cortarte. Que sólo si habías sentido tal plenitud podías entender realmente el dolor de estar vacío.
De lo que no se había dado cuenta era de que, a veces, cuando tu visión era tan nítida y verdadera, podía cortarte. Que sólo si habías sentido tal plenitud podías entender realmente el dolor de estar vacío.