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Es el problema de la edad. Tienes todos esos argumentos oxidados, y ninguna disputa en la que usarlos. Mi cerebro es un museo, pero yo soy el único visitante y ni siquiera a mí me interesan demasiado las exposiciones.
Es el problema de la edad. Tienes todos esos argumentos oxidados, y ninguna disputa en la que usarlos. Mi cerebro es un museo, pero yo soy el único visitante y ni siquiera a mí me interesan demasiado las exposiciones.