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Olvídate de ganar y perder; olvídate del orgullo y del dolor. Deja que tu adversario te roce la piel y tú le destrozas la carne; deja que te destroce la carne y tú le fracturas los huesos; deja que te fracture los huesos y tú le quitas la vida. No te preocupes por escapar a salvo, ¡pon tu vida ante él!