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Sé que no tengo la cabeza bien puesta. Quiero irme, trasladarme, viajar a otra galaxia. Quiero confesarlo todo, entregar la culpa, el error y la ira a otra persona. Hay una bestia en mis entrañas, puedo oírla raspándome el interior de las costillas. Aunque me deshaga del recuerdo, permanecerá conmigo, manchándome. Lo que tengo más cerca es algo bueno, un lugar tranquilo que me ayuda a mantener estos pensamientos dentro de mi cabeza, donde nadie pueda oírlos.