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Así, a partir de la admiración por un niño sabio e inocente, y de un comentario mal oído, se desencadenó el proceso que ni siquiera Aristotle pudo codificar. ¿De dónde sacas tus ideas? Oigo mal las cosas a propósito.
Así, a partir de la admiración por un niño sabio e inocente, y de un comentario mal oído, se desencadenó el proceso que ni siquiera Aristotle pudo codificar. ¿De dónde sacas tus ideas? Oigo mal las cosas a propósito.