-
Si uno creyera en los ángeles, sentiría que deben amarnos mejor cuando estamos dormidos y no podemos hacernos daño; y qué misericordia es que una vez cada veinticuatro horas estemos demasiado cansados para seguir siendo crueles.
Si uno creyera en los ángeles, sentiría que deben amarnos mejor cuando estamos dormidos y no podemos hacernos daño; y qué misericordia es que una vez cada veinticuatro horas estemos demasiado cansados para seguir siendo crueles.