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Hoy estoy seguro de que somos dueños de nuestro destino, de que la tarea que se nos ha encomendado no está por encima de nuestras fuerzas; de que sus dolores y fatigas no están más allá de nuestra resistencia. Mientras tengamos fe en nuestra propia causa y una voluntad inconquistable de vencer, no se nos negará la victoria.