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Ahora dame un beso, dime que me quieres y vete". "Claro, tía Lu", le dije, y le di el beso que quería. Luego salí corriendo y cogí el autobús. No le dije que la quería. Supongo que sí. Pero pedirle a alguien que te diga que te quiere -y ella siempre lo pedía- es como comprarse un regalo de cumpleaños. Es más que probable que sea exactamente lo que quieres. Pero debe hacerte sentir terriblemente triste recibirlo.