Autores:
  • Se lo habría dicho, le habría dicho: no importa si estás aquí o allí, porque te veo delante de mí a cada momento. Te veo en la luz del agua, en el vaivén de los árboles jóvenes en el viento de primavera. Te veo en las sombras de los grandes robles, oigo tu voz en el grito del búho por la noche. Eres la sangre que corre por mis venas y el latido de mi corazón. Eres mi primer pensamiento al despertar, y mi último suspiro antes de dormir. Eres - eres hueso de mis huesos, y aliento de mi aliento.

    Juliet Marillier (2008). “Daughter of the Forest: A Sevenwaters Novel 1”, p.260, Pan Australia