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  • Las estrellas fugaces no son en realidad estrellas, sino meteoritos que se abren paso a través de nuestra atmósfera, aterrizando a veces en los océanos y en medio de las granjas... Podrías pedirles deseos si quisieras, pero en realidad no son más que trozos de roca que caen del cielo, y podrían aterrizar en tu cabeza y matarte justo cuando levantas la vista para pedir un deseo. En realidad, sólo son rocas. No les importan en absoluto tus deseos.