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  • Mari recordó lo que había leído en los ojos de la joven en el momento en que había entrado en el refectorio: miedo. Miedo. Veronika podía sentir inseguridad, timidez, vergüenza, coacción, pero ¿por qué miedo? Eso sólo era justificable ante una amenaza real: animales feroces, atacantes armados, terremotos, pero no un grupo de personas reunidas en un refectorio. Pero los seres humanos somos así", pensó. Hemos sustituido casi todas nuestras emociones por el miedo.