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Si siempre temes por ti mismo, no puedes actuar, y entonces la vida pierde su sentido. Sólo tienes que decirte a ti mismo que, a la hora de la verdad, no importas demasiado.
Si siempre temes por ti mismo, no puedes actuar, y entonces la vida pierde su sentido. Sólo tienes que decirte a ti mismo que, a la hora de la verdad, no importas demasiado.