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Sé que ella merece el mejor y más puro amor que el corazón del hombre pueda ofrecer -dijo la señora Maylie-; sé que la devoción y el afecto de su naturaleza no requieren una respuesta ordinaria, sino una que sea profunda y duradera.
Sé que ella merece el mejor y más puro amor que el corazón del hombre pueda ofrecer -dijo la señora Maylie-; sé que la devoción y el afecto de su naturaleza no requieren una respuesta ordinaria, sino una que sea profunda y duradera.