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El corte en el brazo de Nick empezaba a palpitar con la presión que ejercía sobre él. No dejaba de mirar a Alan. ¿Cuántas veces me has mentido? preguntó con voz suave. He perdido la cuenta.
El corte en el brazo de Nick empezaba a palpitar con la presión que ejercía sobre él. No dejaba de mirar a Alan. ¿Cuántas veces me has mentido? preguntó con voz suave. He perdido la cuenta.