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  • En honor a Garan, el trato a los prisioneros Dellianos cambió después de aquello. Un hombre especialmente lacónico, tras una sesión en la que Fuego no aprendió absolutamente nada, se lo agradeció expresamente. "Las mejores mazmorras en las que he estado", dijo, masticando un palillo. "Maravilloso", refunfuñó Garan cuando se hubo ido. "Nos haremos famosos por nuestra amabilidad con los infractores de la ley.

    Kristin Cashore (2009). "Fuego", p.143, Penguin