-
Las madres ven el ángel en nosotros porque el ángel está ahí. Si se lo muestra a la madre, el hijo tiene un ángel que mostrar, ¿no? Cuando un hijo degüella a alguien, la madre sólo ve que es posible que un ángel descarriado actúe como un demonio, ¡y en eso tiene toda la razón!