Autores:
  • Las familias nunca fueron lo que uno quería que fueran. Todos queríamos lo que no podíamos tener: el hijo perfecto, el marido cariñoso, la madre que no nos dejaba marchar. Vivimos en nuestras casas de muñecas de adultos sin saber que, en cualquier momento, puede llegar una mano y cambiar todo aquello a lo que nos habíamos acostumbrado.