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La mente no es el corazón. Todavía puedo vivir, como sé que otros viven, Deseando en vano dejar ir la mente De preocupaciones, por la noche, para dormir; pero nada me dice Que necesito aprender a dejar ir el corazón.
La mente no es el corazón. Todavía puedo vivir, como sé que otros viven, Deseando en vano dejar ir la mente De preocupaciones, por la noche, para dormir; pero nada me dice Que necesito aprender a dejar ir el corazón.