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Y todos los que oyeran los verían allí, Y todos gritarían: ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Sus ojos centelleantes, su cabello flotante! Tejed un círculo a su alrededor tres veces, y cerrad los ojos con santo temor, porque se ha alimentado de miel y ha bebido la leche del Paraíso.