-
Lo que no está ligeramente distorsionado carece de atractivo sensible; de donde se deduce que la irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa y el asombro, son parte esencial y característica de la belleza.
Lo que no está ligeramente distorsionado carece de atractivo sensible; de donde se deduce que la irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa y el asombro, son parte esencial y característica de la belleza.