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He descubierto que es muy importante en mi propia vida intentar dejar de lado mis deseos y, en su lugar, vivir con esperanza. Me estoy dando cuenta de que cuando decido dejar de lado mis deseos, a veces mezquinos y superficiales, y confiar en que mi vida es preciosa y significativa a los ojos de Dios, algo realmente nuevo, algo que va más allá de mis propias expectativas, empieza a sucederme. (Encontrar el camino a casa)