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¿Ves?" Fezzik señaló entonces. Muy abajo, al fondo del sendero de la montaña, se veía correr al hombre de negro. "Íñigo está derrotado". Inconcebible!", explotó el siciliano. Fezzik nunca se atrevía a llevarle la contraria al jorobado. "Qué estúpido soy", asintió Fezzik. "Íñigo no ha perdido contra el hombre de negro, lo ha derrotado. Y para demostrarlo se ha puesto todas las ropas y máscaras y capuchas y botas del hombre de negro y ha engordado ochenta libras.