Autores:
  • La gente simplifica "apolíneo" en "suave", "tranquilo" y "frío". Pero "apolíneo" y "dionisíaco" son las dos caras de una misma moneda: una monja arrodillada en su celda, perfectamente quieta, puede estar en éxtasis más frenético que cualquier sacerdotisa de Pan Príapo celebrando el equinoccio de primavera.

    Robert A. Heinlein (1983). "Forastero en tierra extraña", Berkley